Libro de cera – escultura y acción (Itália, 2019)
experiencia, del latín experiri, probar, es un encuentro o relación. El radical periri, que se encuentra también en periculum, peligro. La raíz indo-europea es per, con la cual se relaciona primero la idea de travesía y, después, la idea de prueba. En griego hay muchos derivados de esa raíz que marcan la travesía, el recorrido, el pasaje: peirô, atravesar; pera, más allá, peraô, pasar a través; perainô, ir hasta el final; peras, límite. En nuestras lenguas todavía hay una hermosa palabra que tiene el per griego de la travesía: la palabra peiratês, pirata. El sujeto de la experiencia tiene algo de ese ser que se expone atravesando un espacio indeterminado y peligroso. El ex, exterior, extranjero, extraño, existencia. En alemán experiencia es Erfahrung, que tiene el fahren de viajar. Y del antiguo alto alemán fara, que también deriva de Gefahr, peligro. Tanto en lenguas germánicas como en latinas, la palabra experiencia contiene inseparablemente la dimensión de travesía y peligro.
Cada hoja del libro está hecha separadamente a partir de la reutilización de la cera de velas, por su vez usadas en lecturas y otros rituales nocturnos.
Cada noche una hoja era producida. Las inscripciones son raíces etimológicas derivadas de la palabra experiencia. Así como las tablillas romanas hechas en cera, este libro está vivo, puede ser escrito, borrado y reescrito.
Inspirada en el libro de Paul Zumthor “Performance, lectura y recepción”, esta obra viene como una manera de pensar la lectura como performance, acercándola a lo ritualístico y corpóreo; un proceso que exige y toca las percepciones sensoriales del lector que también crea al leer.